Edith es considerada una de las primeras instructoras profesionales de defensa personal en el occidente. Es recordaba también por haber entrenado a la unidad femenina de guardaespaldas de la WSPU (una organización militante que luchó por los derechos sociales y políticos de las mujeres en el Reino Unido, especialmente el derecho al voto).
Su nombre real es Edith Margaret Williams (Garrud es el apellido de su marido) y nació en Bath, Somerset en 1872. Cinco años más tarde, su familia se muda a Gales donde ella permanece hasta 1893. Por esa fecha se casó con William Garrud, un instructor de fisicoculturismo, especializado en gimnasia, boxeo y wrestling. William y Edith se movieron para Londres, donde él comenzó a trabajar en diversas universidades enfocándose en la enseñanza de educación física.
En el año 1899, ambos fueron introducidos en el arte del Jiu-Jitsu gracias a Edward Barton-Wright, el primer instructor de Jiu-Jitsu en Europa y fundador del arte marcial Bartitsu. Cinco años después, Edith y William se volvieron estudiantes del instructor Sadakazu Uyenishi en una escuela que enseñaba este arte marcial, ubicada en el Golden Square, Soho. En 1907, Edith participó como protagonista de un corto llamado "Ju-jutsu Downs the Footpads", que fue producido por la compañía Pathé Film Company.
Cuando Uyenishi regresó a Japón en 1908, William se hizo cargo de la escuela del Golden Square, y Edith se desempeñó como instructora en las clases destinadas al alumnado femenino y a los menores de edad.
Tanto ella como su marido comenzaron a popularizar el Jiu-jitsu realizando demostraciones en todo Londres y escribiendo artículos en varias revistas.
En 1908, Edith comenzó a enseñar clases exclusivas para las mujeres del movimiento sufragista inglés. A partir de 1911, estas clases se llevaron adelante en la academia Palladium y en ese mismo año, Edith realizó las coreografías de las peleas en la obra “What Every Woman Ought to Know”. En agosto, también de 1911, uno de sus artículos sobre la defensa personal femenina es publicado en la revista Health and Strength Magazine.
Edith y William Garrud continuaron trabajando tanto en la defensa personal, como en el entrenamiento del Jiu-Jitsu hasta 1925, cuando vendieron la escuela y al parecer, se retiraron de la vida pública; aunque algunas fuentes indican que se dedicaron con mucho éxito a las inversiones en el mercado inmobiliario. Edith es recordada por haber realizado muchas donaciones en causas benéficas durante las décadas del 50' y del 60'.
En 1966, en su cumpleaños número 94, fue homenajeada con un extenso artículo publicado en la revista Woman Magazine. Murió en 1971, cuando tenía 99 años.
Su papel activo en las artes marciales no solo fue fundamental para promover la práctica del Jiu-Jitsu, sino que además, se encargó de formar y entrenar un grupo de 30 guardaespaldas femeninas, quienes se ocuparon de proteger a las militantes que lucharon durante años para conseguir el sufragio femenino. Sus enseñanzas fueron vitales para que el movimiento no se dividiera en la opresión y en las negativas de los grupos opositores al voto de la mujer. Ella también realizó entrenamientos clandestinos e instruyó a sus alumnas en el uso de armas, que eran escondidas bajo los voluptuosos vestidos. Entre otros, se destacó en el uso del palo indio y las mazas como armas defensivas, siendo capaces de enfrentarse mano a mano con la policía de la época.
3 comentarios:
Tengo curiosidad sobre que les habrá enseñado, no se me ocurre como mujeres de escaso entrenamiento pudieron vencer a atacantes armados.
Deberías echarle un vistazo a esta guerrera, hace coreografías de lucha y se parecen bastante a las de un video tuyo anterior.
http://www.youtube.com/watch?v=TVrdClcO6Pc&list=UU3NdpfBIbmDvRTT3C2ZEq9g
Espero que me des tu opinión.
A mí también me da curiosidad, pero lo que más me extraña, es que no existiera discriminación hacia ella cuando la introdujeron en el arte marcial y le enseñaron el uso de armas. Hay fotos en internet, escaneadas de diarios y revistas inglesas, donde se la puede ver mostrando las habilidades y enfrentándose a hombres con total naturalidad. Las ves, y parecen de este mismo siglo. Fue una vanguardista.
En cuanto al video de Tanja Keller, está sensacional. Si pudiera elegir un arte marcial, optaría por uno de ese estilo que permitiera las coreografías libres con el agregado de movimientos gimnásticos. Tal como el Voviman o el Wu-Shu. Ufa! Qué pena que por acá cerca no hayan escuelas donde lo enseñen.
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